Escritora y periodista española. De madre soltera, Aurora Rodríguez Carballeira, fue engendrada por su madre, firme defensora de la eugenesia, con el objetivo de que representara a la mujer del futuro. Fue una niña precoz, pues ya sabía escribir a los tres años y a los ocho era capaz de hablar seis idiomas. Estudió el bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros y finalizó sus estudios de derecho en la Universidad Central de Madrid a los 17 años. Fue militante del PSOE y más tarde del Partido Republicano Federal. Miembro de la Academia de Jurisprudencia y Legislación. Escribió artículos en El Socialista, Renovación, Heraldo de Madrid, La Tierra, Gaceta Médica, Atlántico, La Libertad, etc.

Fue reseñable su marcada defensa del feminismo, tomando un papel de vanguardia a la hora de defender conceptos como la educación sexual, el control de natalidad, la esterilidad o el divorcio y teniendo a su vez un gran conocimiento de lo que acontecía sobre estas materias a nivel internacional. La eugenesia según su obra "El problema eugénico: puntos de vista de una mujer moderna" era la clave para lograr una sociedad más justa e igualitaria. También destacaron otros ensayos, de gran importancia para el feminismo español como por ejemplo: "La rebeldía sexual de la juventud", "La educación sexual", "La revolución sexual", "La limitación de la prole", "Sexo y amor", "Malthusismo y neomalthusismo", "El control de la natalidad" o "Cómo se curan y se evitan las enfermedades venéreas".

Además mantuvo contactos y correspondencia con diversos intelectuales, como el novelista británico H.G. Wells o el sexólgo Havelock Ellis, así como con Gregorio Marañón, este último de gran influencia en muchos de sus escritos, según reconoció ella misma.

Su madre Aurora, en su empeño de que su hija fuera una guía de la mujer de la época, sometió a un severo control todos los movimientos de Hildegart, lo que produjo deseos de emancipación en su hija, que no fueron tolerados por su progenitora. Como consecuencia de todo ello, el 9 de junio de 1933 Hildegart murió asesinada por su propia madre mientras dormía, al entender ésta que su hija se alejaba del prototipo con el que había sido concebida, en un momento en el que la figura de Hildegart empezaba a destacar internacionalmente. Contaba 18 años de edad.

En el juicio por parricidio, la madre reconoció haber matado a su hija negando que ello se produjera "en un estado de perturbación mental". En dicho juicio declararon como testigos Clara Campoamor y otras personalidades de la época como el diputado Eduardo Barriobero Herrán, el periodista Mariano Sánchez Roca, el poeta anarquista Félix Paredes Martín o los escritores Eduardo de Guzmán Espinosa y Ezequiel Enderiz. Aurora fue condenada a 26 años de cárcel y falleció en el Sanatorio Psiquiátrico de Ciempozuelos en 1955.