Periodista y escritor, exiliado español. Procedente de una familia minera, socialista y comunista. Su padre, Marcelino Iglesias, fue minero picador, y su madre, Orosia Suárez, tenía un pequeño taller de costura. Su tío, Nemesio Suárez, fue uno de los fundadores de la Federación Socialista Asturiana, creada en 1901. Otro de sus tíos, hermanastro de su padre, Benjamín Escobar, fue asimismo fundador del Partido Comunista en Asturias en 1920. Realizó el bachillerato en Gijón y en dicha ciudad estudió posteriormente Perito Mecánico y Técnico Industrial en la Escuela Industrial. A finales de los 1930 colaboró en la creación de las Juventudes Comunistas en Sama de Langreo, aunque sería expulsado por trotskista. Después de conocer a Juan Andrade y Andreu Nin pasó a militar en Izquierda Comunista de España (ICE). Trabajó en la publicación oficial de este partido, Comunismo y creó una agrupación en Mieres. Con la Revolución de Octubre de 1934, buscó el ingreso en la Alianza Obrera de Asturias en nombre de la ICE y formó parte del Comité local de esta Alianza a lo largo de la revolución. Tras estos sucesos huyó a Madrid y desde dicha ciudad se desplazó a Barcelona por solicitud de Nin, con quien trabajó estrechamente hasta su vuelta a Asturias en abril de 1936. El 29 de septiembre de 1935 la ICE se unió con el Bloque Obrero y Campesino y de dicha alianza nació el POUM, en el que Iglesias colaboró en la reunión de su fundación y posteriormente también dirigió sus juventudes, la Juventud Comunista Ibérica. Con el estallido de la guerra civil se alistó a una columna minera cuyo objetivo era alcanzar Madrid. Tras esto se desplazó a Bilbao y desde dicha ciudad su intención era pasar a Francia y posteriormente volver a Barcelona, donde arribó en enero de 1937 para trabajar en el periódico La Batalla como redactor político. Con la persecución estalinista tras los sucesos de mayo de 1937, la publicación fue clausurada e Iglesias se desplazó a Lérida con la intención de editarlo en dicha ciudad, aunque finalmente volvió a Barcelona y de manera clandestina lo editó con Jordi Arquer. Tras esto, en verano de 1938 a raíz de la represión al POUM y de no poder realizar ninguna actividad política productiva, se alistó en la 24ª División del Ejército Popular de la República, que procedía de las Milicias de la CNT. A continuación pasó a la Escuela de Guerra de Barcelona y con los miembros de esta cruzó finalmente la frontera hasta Francia en 1939. Con el fin del conflicto bélico fue hecho prisionero en el campo de concentración francés de Argelès-sur-Mer y logró escapar del mismo, aunque a raíz de que fue delatado por un militante del PCE, se le detuvo nuevamente y permanecería en dicho campo hasta enero de 1940. En la Segunda Guerra Mundial ingresó en los campos de concentración de Dachau y Allach, hasta que fue liberado en abril de 1945 por los norteamericanos. Tras unos meses, se integró en la organización estadounidense International Rescue Comitee de ayuda a los refugiados, la cual durante la Guerra Fría, terminó convirtiéndose en una herramienta de la CIA. A continuación trabajó hasta su jubilación en 1972 para el Congreso por la libertad de la cultura, en un principio como traductor en francés de su publicación Preuves y como secretario de redacción de la nueva revista Cuadernos del Congreso por la libertad de la cultura. Esta organización llegó a estar financiada directamente por los estadounidenses mediante instituciones como la CIA, Fundación Ford... En 1974 publicó, Trotsky et la Révolution Espagnole y, con el seudónimo de Andrés Suaréz, El proceso contra el POUM. Un episodio de la revolución española. Durante los últimos años trabajó en una selección de sus principales textos escritos entre 1946 y 2005, obra que se publicó póstumamente en 2009 con el título de Escritos del exilio, editada por la Fundació Andreu Nin, entidad con la que colaboró regularmente desde su creación en 1987.