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Persona - Barayón, Amparo (1904-1936)

Barayón, Amparo (1904-1936)

Identificación

Tipo:

Persona

Forma autorizada:

Barayón, Amparo (1904-1936)Otras formas

Fechas de existencia:

Zamora  1904-05-08 - Zamora  1936-10-11

Historia:

Amparo Barayón nació el 8 de mayo de 1904 en el seno de una familia de clase media baja de Zamora, domiciliada en la calle Ramón Álvarez. Fue la segunda hija de Antonio Barayón Azcona e Isabel Miguel Vaquero. Para él era su segundo matrimonio, pues antes había enviudado de María Hernández, madre de sus hijos Saturnino, Magdalena y Casimira. Con Isabel, que fallecería en 1909, tuvo, además de Amparo, a Natividad (1902), Eugenia (1905) y Antonio (1907). La familia tenía una fábrica de hielo y gaseosas en la calle de la Reina el padre había fundado en torno a 1902 el Café Iberia, lugar de reunión de artistas e intelectuales.

Su padre era miembro de la agrupación republicana de Zamora. El hijo mayor, Saturnino Barayón Hernández (1892-1936), regentó el café tras la muerte del padre en 1918. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fue elegido concejal en representación del Partido Republicano Radical. Poco después se integró en el Partido Republicano Radical-Socialista, del que fue tesorero y, tras la disolución de este partido, formó parte del núcleo fundador de Izquierda Republicana, cuya agrupación local presidió hasta mayo de 1936 y representó en el comité del Frente Popular. El hijo menor, Antonio Barayón Miguel (1907-1936), era técnico industrial y miembro del partido socialista aunque no desempeñó ningún cargo público.

Por su parte, las hermanas Barayón recibieron una educación esmerada, lo que incluía una formación religiosa, que llevó a Amparo a actuar como catequista en la parroquia de San Juan y a colaborar en la adquisición de la corona para la imagen de la Soledad; a Casimira a participar en la refundación de la Cofradía de las Angustias, y a Natividad a profesar en la orden de San Juan de Jerusalén. Tanto Casimira, que estudió en Francia y cursó estudios de magisterio, como Amparo, que alcanzó un nivel avanzado en su formación musical, impartieron clases particulares, la primera de francés y la segunda de piano.

Amparo tuvo desde muy joven una presencia destacada en el ambiente cultural de la ciudad, a través de su participación en asociaciones culturales y de sus recitales de piano. En 1922 actuó en el Nuevo Teatro de Zamora y en 1927 en Unión Radio de Salamanca. El 7 de diciembre de 1922 intervino, como miembro de la comisión organizadora en la constitución de la Asociación Musical de Zamora, y fue miembro fundador de la Sociedad Filarmónica, creada en 1930 y que inició sus actividades en enero de 1931. Colaboró en la revista Juventud, de vida efímera y, al parecer, publicó críticas teatrales bajo seudónimo en el Heraldo de Zamora. Junto a César Fernández Díaz formó la comisión que, que en abril de 1923 promovió sin éxito la constitución del Ateneo de Zamora, según el modelo del Ateneo de Madrid.

Consiguió un empleo en Telefónica. Meses antes del cambio de régimen, obtuvo el traslado a Madrid, donde siguió trabajando en la empresa y se afilió a la CNT. En 1931 perdió su empleo por su participación en la huelga de Telefónica de 1931, el primer conflicto de carácter social importante al que tuvo que hacer frente la recién nacida Segunda República. Posteriormente trabajó en el Ministerio de Agricultura, si bien al mismo tiempo impartió clases de piano y dio recitales con otro joven músico zamorano, el violinista Antonio Arias Gago. En Madrid conoció a Ramón J. Sender, con el que se casó en ceremonia civil en 1935 y tuvo dos hijos, Ramón, nacido en 1934, y Andrea, en 1936. Durante su convivencia, Sender ya se había convertido en un periodista y escritor de prestigio, condición refrendada con la obtención del Premio Nacional de Literatura de 1935 por Mr. Witt en el Cantón.

La Gaceta de Madrid del 12 de febrero de 1936 recoge la concesión a Amparo de la excedencia por maternidad en su puesto de mecanógrafo-calculador del Instituto de Investigaciones Agronómicas por el tiempo que tarde en dar a luz y un período de cuarenta días después del alumbramiento al haber entrado en el octavo mes del embarazo de su hija Andrea.

Al producirse el golpe militar, el matrimonio Sénder-Barayón, con sus dos hijos y una niñera, veraneaba en San Rafael (Segovia), que tardaría pocos días en ser ocupada por los sublevados. Antes de la ocupación del pueblo, Sender pasó hacia Madrid por la sierra, no sin antes pedir a su esposa que se fuera con los niños a Zamora, donde "nunca pasa nada". Al llegar a su ciudad natal, Amparo se encontró con que sus hermanos Saturnino y Antonio habían sido detenidos para ser trasladados a la cárcel de Toro, el primero el 26 de julio y el segundo el 14 de agosto. Amparo trató de conseguir un pasaporte para trasladarse a Portugal y, desde allí, reunirse con su marido. Estas gestiones, unidas a los intentos de entablar contacto telefónico con él, generaron sospechas en las autoridades golpistas, que la detuvieron el 3 de agosto, aunque al día siguiente fue puesta en libertad.

El 28 de agosto, Antonio Barayón e Isidoro Ramos Páez, maestro de Ufones, fueron entregados al falangista Juan Luis Rodríguez, oficialmente para ser "conducidos a Zamora", pero ambos fueron asesinados esa misma noche en el término de Toro. Según las versiones, Amparo conoció la noticia pocas horas después e increpó al gobernador Raimundo Hernández Comes, responsable de las órdenes de traslado, que en realidad constituían órdenes de ejecución extrajudicial. Fuera ese el motivo real o sólo el desencadenante, Amparo fue detenida y trasladada a la prisión provincial el día 29. Tres semanas después, el 18 de septiembre, su hermano Saturnino fue "entregado a la fuerza pública", junto a otros 27 detenidos, oficialmente para ser "conducidos a Zamora", en una auténtica caravana de la muerte que tuvo como destino el despoblado de Tejadillo, en el kilómetro 37 de la carretera de Tordesillas a Zamora, donde todos ellos fueron asesinados a las 11 de la noche.

Amparo permanecía encarcelada junto a su hija Andrea, de pocos meses, a la que aún amamantaba. Las condiciones en la sección de mujeres de la prisión de Zamora eran especialmente atroces, tal y como puso de manifiesto, en 1937, el testimonio escrito de Pilar Fidalgo y los orales de Leonor Martínez Robles y de Palmira San Juan, compañeras de cautiverio de Amparo: el hacinamiento, la falta de atención médica a mujeres embarazadas o con hijos lactantes, los malos tratos y abusos sexuales y el terror psicológico generado por las sacas y las ejecuciones. Según los testimonios recogidos por su hijo, Ramón durante los dos meses y medio de su encarcelamiento, Amparo no recibió visitas ni atenciones de su familia, a diferencia de otros muchos detenidos. De este abandono culpó al esposo de Casimira, Miguel Sevilla Cabrero, sastre de eclesiásticos y militante tradicionalista que había sido candidato de la derecha católica en las elecciones municipales de 1931 y que se convirtió en el cabeza de la familia Barayón tras el encarcelamiento de Saturnino y Antonio.

El 10 de octubre de 1936 Andrea Sénder Barayón fue separada de su madre y trasladada al hospicio. Al día siguiente, el 11 de octubre de 1936 Amparo fue entregada a un grupo de falangistas dirigidos por Martín Mariscal, con el supuesto destino de Bermillo de Sayago y en realidad para ser asesinada en el cementerio de Zamora junto con otras dos mujeres, Juliana Luis García y Antonia Blanco Luis, vecinas de Zamora. Pocos años más tarde, sus restos fueron recuperados de la fosa común y trasladados al panteón de la familia de su hermana Magdalena, mientras que los restos de Antonio y Saturnino permanecen aún en paradero desconocido.

Los tres hermanos Barayón fueron sometidos, tras su asesinato, a expedientes incoados por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes, que pasaron a la jurisdicción de Responsabilidades Políticas. Como prueba de la importancia que los golpistas le atribuían, Amparo fue incluida en el expediente número 1 de la provincia. Las autoridades justificaron su muerte, informando en 1937 que Amparo estaba "conceptuada como espía".

Información basada en texto del historiador Eduardo Martín González en Foro por la Memoria Zamora, contrastada con el testimonio de Leonor Martínez Robles, compañera de celda de Amparo, y de otros testimonios orales de coetáneos de los hechos, conocidos por Severiano Hernández Vicente entre 1977 y 1982.

Guerra Civil Española, 1936-1939

Descripción: Ejecutada extrajudicialmente en las tapias del cementerio.

Fecha del evento: 1936-10-11

Lugar asociado a la fecha: Cementerio de San Atilano (Zamora)

 

Ocupaciones

actividad:

Pianistas

Profesión (Es realizada por):

Funcionarios

Profesión (Es realizada por):

Telefonistas en  Zamora entre 1929 y 1930

Telefonistas en  Madrid (España) entre 1930 y 1931

Mecanógrafas en  Madrid (España) entre 1930 y 1936

Lugares

Lugar de Residencia:

Madrid (España)

San Rafael (El Espinar, Segovia, España) en 1936-07-01 Obs.:  Lugar de Vacaciones

Lugar de Nacimiento:

Zamora en 1904-05-08

Lugar de Defunción:

Zamora en 1936-10-11

Relaciones

Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (España)  ( Es empleado en/trabaja en )

Relaciones asociativas :

Mariscal Hernando, Gregorio Martín (1886-1951)  ( Es víctima de )

Relaciones familiares :

Sender, Ramón J. (1901-1982)  - Matrimonio (Esta casado/a con)

Documentos

Productor de:

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Documentos relacionados:

  • Centro Documental de la Memoria Histórica  (2)