Escritor, político, abogado y economista, exiliado español. En 1888 pasó a formar parte de la Associació Escolar Catalanista y a continuación comenzó a militar en el partido republicano de Salmerón. Estudió la carrera de derecho y logró licenciarse en 1894. Trabajó como redactor de La República y desde 1895 en el grupo de L'Avenç. Pasado un año cofundó junto a entre otros Jaume Brossa, Celeste Galceran o Ignacio Iglesias, el grupo cultural anarquista Foc Nou. Impartió conferencias políticas en el Centro de Carreters y trabajó como colaborador en la revista Ciencia Social de Gaietà Oller. A raíz de su vinculación con los grupos anarquistas, en 1896 fue detenido y juzgado en el proceso de Montjuïc por el atentado en la calle Canvis Nous. Gracias a la presión popular liderada por personajes públicos y amigos suyos como Amadeu Hurtado y Miguel de Unamuno, pasó de estar condenado a muerte a ingresar en prisión por ocho años. Finalmente esta pena fue conmutada por el exilio obligatorio a Francia. En 1898 volvió al Empordà tras la amnistía del gobierno de Sagasta. Posteriormente se desplazó a Madrid, donde estudió economía y se doctoró en derecho. En este periodo comenzó a colaborar con La Revista Blanca, cuyo director era Federico Urales y realizó una narración autobiográfica sobre sus vivencias en la cárcel y en el exilio llamada Les persons imaginàries. Con la ayuda de Unamuno realizó una campaña de revisión del proceso de Montjuïc. En 1903 trabajó como economista en el Ayuntamiento de Barcelona, cargo desde el que ascendió hasta dirigir la sección de finanzas. Ejerció la docencia de la cátedra de Moneda, Banca y Bolsa en la Escola d'Alts Estudis Comercials. En esta etapa escribió como colaborador en España Nueva. En 1907 cofundó l'Institut d'Estudis Catalans, institución en la que llegaría a presidir la sección de ciencias. Fue de gran importancia su intervención en la reforma fiscal en Barcelona y en la creación de los presupuestos de cultura en 1907. En 1908 publicó un ensayo sobre la moral laica titulado La vida austera. Entre 1907 y 1909 colaboró con la revista Vida Nueva como crítico literario. A su vez en 1909 recogió en un diario sus vivencias en la Semana Trágica de Barcelona. En dicho año volvió a su trabajo como regidor en el Ayuntamiento de Barcelona. En 1910 cofundó la Unión Federal Nacionalista Republicana y posteriormente llegó a ser su presidente, así como del periódico El Poble Català, órgano oficial de este partido. Entre 1910 y 1914 ejerció como diputado en las Cortes. En 1912 se editó Les hores d'amor serenes, en vers i en prosa. En 1916 dejó la política en activo, ya que el pacto de Sant Gervasi que había promovido no tuvo éxito y la propia UFNR acabó por disolverse. Trabajó en diversos empleos de renombre como economista y abogado, por ejemplo de consejero secretario y asesor jurídico del Banco de Catalunya. Colaboró de manera activa en la campaña en defensa de la autonomía de Catalunya de 1918. En 1919 se editó el poema Les gràcies de l'Empordà y en 1921 Elogi de la civilització catalana de influencia noucentista y Cartes d'un visionari sobre la monarquía i la república. Publicó su primera novela, A recés del tamarius en 1925, la cual logró un gran éxito y posteriormente realizó otros trabajos narrativos entre los que prevaleció la trilogía Les dites i facècies de l'estrenu filantrop en Tomàs de Bajalta, que abarcaba la historia de Catalunya desde las guerras carlistas hasta la llegada del anarquismo. Formó parte de la Societat Catalana de Filosofía. En 1927 se editaron juntas dos obras satíricas de teatro (L'amor traïdor y De plaer no n'hi ha mai prou), bajo el título único de Putxinel.lis. En 1928 publicó La mort de Joan Apòstol, donde relataba el hostigamiento sufrido por el anarquismo a inicios de siglo. En este periodo escribió también Les llàgrimes de Sant Llorenç y Por Castilla adentro. Desde 1928 a 1930 ocupó la presidencia de l'Ateneu Barcelonès. Con la llegada de la Segunda República reanudó su actividad política y de esta manera integró la Comisión de Traspasos de Servicios a la Generalitat. En dicho año fue nombrado diputado a las Cortes por Lleida y pasado un año al Parlament de Catalunya por la misma circunscripción. Fue consejero de Justicia y Derecho de la Generalitat entre 1933 y 1934. A lo largo del periodo republicano trabajó como colaborador en publicaciones como: La Humanitat, Pamflet, Suport. También escribió Pina, la italiana del dancing y Interpretació del vuit- cents català o publicó también su correspondencia con Joan Maragall bajo el título de Del meu comerç amb Joan Maragall. En 1936 ejerció nuevamente como diputado en las Cortes de Madrid por Esquerra Republicana y en mayo ocupó la presidencia del Consejo de Estado por el Gobierno de la República. Con la llegada de la guerra civil, trabajó como comisario general de los museos de Catalunya, desde donde luchó para que no se deteriorara el patrimonio artístico del país catalán. En 1936 se editaron sus traducciones de las comedias Ándria y El botxí de sí mateix de Terencio. En enero de 1938 sufrió un ataque de hemiplejía y se desplazó hasta Francia para asentarse en las afueras de París. Con el fin del conflicto bélico en España y la llegada de la segunda guerra mundial, partió rumbo al exilio hasta Buenos Aires, donde llegó en noviembre de 1939. Un mes después murió tras una operación de apendicitis. Ya fallecido se editó en dicha ciudad la colección de relatos llamada El perfecte dandi i altres contes. En 1953 salió también a la luz en Barcelona su creación Vida d'en Pep de la Tenora, que había escrito en 1928. Su hijo Joan Coromines tradujo las ediciones inéditas de la comedia de Terencio y estas se publicaron en 1956,1958 y 1960. También Joan promovió la edición de la correspondencia inédita entre Pere y Unamuno, que se recopiló en Bulletín Hispanique, tomos LXI y LXII. En el número doble, tomo LXVIII de enero-junio de 1966 de dicha revista, G. Cheyne mostraba las cartas entre Coromines y Joaquín Costa, bajo el título: "La intervención de Costa en el proceso de Montjuïch. Correspondencia inédita con Pere Coromines y otros". En la actualidad existe la Fundació Pere Coromines, ubicada en Sant Pol de Mar, en la cual se encuentra el patrimonio intelectual tanto de Pere como de su hijo Joan.