Liberal. Contrajo matrimonio con Julián de Velasco, escritor y periodista, con quien tuvo a su hija, Manuela Sardi, conocida como "La Patriota". De firmes convicciones liberales, tras el regreso de Fernando VII auxilió a varios diputados doceañistas que sufrieron prisión como José María Calatrava o Juan Antonio Yandiola. Durante el Trienio Liberal tuvo ocasión de participar en ciertos hechos como la revuelta del 7 de julio de 1822, y por la que fue recompensada en Cortes, y el motín que tuvo lugar entre el 19 y 20 de marzo de 1823 tras la destitución del gobierno de Evaristo de San Miguel y en el que, junto a otros participantes, reclamó una regencia que viniera a sustituir a Fernando VII. El fin del Trienio supuso su exilio así como su procesamiento, en rebeldía por la Sala de Alcaldes en el contexto de la represión de los liberales tras la restauración del absolutismo por Fernando VII a partir de 1823.

Su primera parada estuvo en Gibraltar donde coincidió con el numeroso grupo de liberales españoles que se valieron de la colonia para poder huir hacia el extranjero. Desde allí pasó a Inglaterra donde hubo de sobrevivir mediante los auxilios que otorgaba el Comité de exiliados, sus clases de español y la ayuda de amigos, algunos de ellos ingleses como fue el caso de la familia Biddulph. Su intención fue dar a su hija la educación necesaria para que pudiera valerse por sí misma: así, el aprendizaje del idioma francés y, sobre todo, sus clases de canto fueron esenciales para la brillante carrera de que pudo disfrutar Manuela. Tras la Revolución de 1830 se trasladó, al igual que muchos otros españoles, a Francia, donde su intención era estar de paso hacia Italia donde su hija debía seguir formándose musicalmente. Su regreso a España no pudo producirse hasta 1834 ya que no se pudo acoger ni a los indultos de 1824, ni a los de 1833. Las noticias tras su regreso a la Península son escasas y sólo se tiene constancia de un nuevo viaje a Londres en 1837 a partir del cual no se sabe más sobre su vida.