Soprano, profesora y pedagoga española.

Nació el 4 de febrero de 1892 en Barcelona y falleció el 3 de mayo de 1976 en Villafranca del Penedés (Barcelona). Hija de Francesc Plantada Rubí, gerente de una empresa de productos químicos, y de Francesca Vicente.

Estudió canto con Antoni Colomer en el Centro de Cultura Musical de Barcelona. Debutó en 1913 en el Palau de la Música, en un recital organizado por la Asociación de Música de Cámara, con Joan Gibert i Camins. Antes del estallido de la I Guerra Mundial, cantó “Lohengrin” de Richard Wagner en el Teatro Eretemio de Vicenza (Italia), pero debido a la misma no concluyó su gira por Italia. A su regreso a España, en 1915, actuó junto a Gaspar Cassadó, violonchelista, en la Sala Mozart de Barcelona. Se casó con su maestro Antoni Colomer, con quien tuvo un hijo, aunque más tarde el matrimonio se separó.

Continuó su actividad como liederista, y participó en el estreno de “El amor brujo” de Manuel de Falla en Barcelona, en 1924. Gran admiradora del compositor también interpretó otras obras, como las “Siete canciones populares españolas”. En 1925 frecuentó en el Ateneo de Barcelona con Ígor Stravinsky; ese mismo año actuó, dirigida por Richard Strauss, en el Gran Teatro del Liceo. Participó en la inauguración de la Emisora Tibidabo de Ràdio Barcelona en 1926, y estrenó el 27 de octubre de 1928 en el Palau de la Música la ópera “Il giravolt de maig”, de Eduardo Toldrá, junto a Concepción Callao, Emilio Vendrell y Conrado Giralt. Realizó en 1929 una gira por Italia y un tiempo después por el norte de África, aunque manteniendo sus actuaciones en Barcelona. Fue notable el recital ofrecido en París, en la Salle Gaveau durante la temporada de 1934, acompañada por Alexandre Vilalta. Gracias a su maestría, dotes vocales y fama como liederista, fue nombrada Catedrática de Repertorio de Lied del Conservatori Superior de Música del Liceu de Barcelona en 1936. Tras la guerra civil española reactivó su carrera musical y ofreció algunos recitales en el Palau de la Música Catalana. Estrenó en 1945, con el pianista Pere Vallribera, “Cinco canciones negras” de Xavier Montsalvatge, de las que “Canción de cuna para dormir a un negrito” sería la más famosa. Actuó en el Ateneo de Madrid en 1949, y después en el Instituto Británico con Federico Mompou. Desde 1958 combinó la docencia con los conciertos y recitales, cada vez más espaciados en el tiempo. Fue homenajeada en 1964 por el Real Círculo Artístico en el Palau de la Virreina de Barcelona, por toda su carrera musical.