Compositor y director de orquesta español.

Nació el 18 de septiembre de 1897 en San Sebastián (España). Hermano de Regino Sorozábal Mariezcurrena, violonchelista y compositor; esposo de Enriqueta Serrano, tiple cómica; y padre de Pablo Sorozábal Serrano, compositor y escritor.

Inició su formación musical en la Sociedad Bascongada de Amigos del País. Recibió el magisterio en solfeo de Manuel Cendoya, en violín de Alfredo Larrocha y en piano de Germán Cendoya. Debutó como músico profesional en el cine Novedades de San Sebastián junto al pianista Juan Tellería y el violonchelista Santos Gandía. En 1914 ingresó en la orquesta del Gran Casino donostiarra, agrupación que le permitió trabajar con Enrique Fernández Arbós y Bartolomé Pérez Casas.

Fue becado por el Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación Foral para continuar su formación en Leipzig. Allí estudió contrapunto con Stephan Krell y violín y dirección de orquesta con Hans Sitt. Fue nombrado director de la Gotrian Steinweg-Orchester, más tarde llamada Leipziger Sinfonie Orchester, con la que dirigió su primer concierto el 19 de abril de 1922. Poco después, se trasladó a Berlín y estudió composición con Friedrich Koch.

En 1928 fue contratado por la Orquesta Sinfónica de Bilbao, y en mayo de 1929 dirigió el Orfeón Vasco en la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Su primer éxito como autor para la escena llegó con la opereta en dos actos “Katiuska”, que estrenó en Barcelona en 1931.

Continuó su producción lírica hasta el estallido de la guerra civil española con obras como “La guitarra de Fígaro” (1931), “Adiós a la bohemia” (1933), “La del manojo de rosas” (1934), “No me olvides” (1935) y “La tabernera del puerto” (1936). De 1936 a 1938, durante el periodo bélico, se hizo cargo de la Banda Municipal de Madrid y tuvo una gran actividad como director.

En la década de los cuarenta comenzó su carrera como empresario teatral, estrenó la opereta “Black el payaso” (1942) y los sainetes “Don Manolito” (1943) y “La eterna canción” (1944), fue nombrado director titular de la Orquesta Filarmónica de Madrid en 1945, e inició una gira por Argentina y Uruguay en 1947. En 1952 renunció como director de la Filarmónica de Madrid, realizó junto a su hijo la música de la película “Marcelino pan y vino” en 1955, y dirigió en Londres y París “El amor brujo” (1915) de Falla.

Durante los sesenta, entre otras obras, escribió la cantata “Euskalerria” (1963) para coro y orquesta, y el drama lírico “Juan José” (1968). Además de las obras reseñadas, compuso "Suite vasca” (1923) para coro y orquesta; “Capricho español” (1920), “Dos apuntes vascos” (1925), “Variaciones sinfónicas sobre un tema vasco” (1927), “Victoriana” (1951) y la marcha fúnebre "Gernika” (1966), para orquesta; el ballet “Paso a cuatro” (1955); música de cámara, como “Cuarteto en Fa mayor” (1920) para cuerda, “Eresi” e “Inguruko” (1924) para violín y piano, “Txori abestiak” y “Ume malkoak” (1925) para violín, violonchelo y piano, “Suite” (1930) para conjunto instrumental y “Variaciones” para quinteto de viento (1971); “Siete lieder” (1929) y “Ay, tierra vasca” (1956) para voz y piano; y “Ocho canciones” (1966) para voz y guitarra. Publicó su biografía con el título "Mi vida y mi obra" (1986). Falleció el 26 de diciembre de 1988 en Madrid.