Militar de Infantería español.

Nació en Leganés el día 25 de marzo de 1862. Hijo de Manuel de Lacanal González, brigadier de Infantería, y de Ignacia Vilar.

En 1877 ingresó en la Academia General de Infantería en la que estuvo hasta finalizar sus estudios a finales de julio de 1881. Ese mismo año, ascendió a alférez siendo posteriormente destinado al Regimiento de infantería del Príncipe número 3 en Haro, al que se incorporó en agosto. El 24 de mayo de 1882 el batallón fue transferido a Logroño, donde residió hasta su traslado a Cataluña como ayudante de campo de su padre, el comandante general Manuel Lacanal González. A finales de junio de 1887 fue destinado al batallón de Reserva de Vic siendo promovido a teniente de infantería.

En 1888 contrajo matrimonio con Adela Valls Valls y en los años siguientes estuvo destinado en las ciudades de Lérida, Oloit y Barcelona.

En 1895 fue destinado a Cuba donde fue promovido a capitán de infantería por antigüedad. Al año siguiente, "por su buen comportamiento" en el enfrentamiento contra los insurrectos durante el avance de un convoy a Pico Fuerte en Santa Bárbara, se le concedió la cruz roja al mérito militar de 1º clase. En 1897 también se le concedió la cruz de primera clase del mérito militar pensionada por sus varias actuaciones en la Guerra de Cuba. Sin embargo, a finales de este año se le ordenó volver a Cataluña.

En 1902 participó en las actuaciones para mantener el orden público durante la huelga de Barcelona en los días 17 al 25 de febrero. En 1909 fue trasladado a Melilla donde fue herido gravemente por una bala de fusil. Tras su recuperación en el hospital de Melilla participó en diferentes actuaciones consiguiendo al año siguiente la Medalla de la Campaña del Rif, y en 1911, la placa de la real y militar orden de san Hermenegildo. En 1914 se le destinó al cuadro para eventualidades del servicio en Ceuta, donde participó en varias operaciones contra los rifeños. Al año siguiente fue destinado a la plaza de Tetuán en la que permaneció hasta el 1917 recibiendo varias condecoraciones militares.

En 1917 fue enviado nuevamente a Cataluña, donde se hizo cargo de la Comandancia Militar de Olot hasta que el 14 de agosto fue requerido para la realización de servicios extraordinarios de restablecimiento del orden público y protección de edificios públicos y privados en Barcelona, volviendo a la plaza de Olot a final de septiembre. En 1918, tras la declaración del estado de guerra en la provincia de Barcelona, volvió a participar en los servicios de mantenimiento de orden público desde el 17 de febrero hasta finales de abril. El 31 de agosto de 1918 se le promovió a coronel de infantería por antigüedad.

En el año 1921 fue elegido por sus compañeros presidente de la Junta Superior de Infantería, es decir, como representante de la máxima expresión del fenómeno juntero. En julio de ese mismo año fue enviado nuevamente a Melilla, ciudad a la que llegó el 10 de agosto. Participó en varias operaciones protegiendo trabajos como el arreglo de los caminos a la posición Sidi Amarán o la construcción del tendido de la línea telefónica. En septiembre se sucedieron varios intentos de abastecimiento a la zona de Tizza, especialmente en los días 16, 20 y 26, que fracasaron. Para evitar nuevos problemas en la conducción de un nuevo convoy el día 29 de septiembre, el comandante General de Melilla, José Cavalcanti Alburquerque, organizó una reunión con los jefes para explicar la estrategia a seguir y enviar finalmente los víveres y relevar la guarnición. Las instrucciones consistían en la formación de un gran convoy mandado por Carlos Tuero dispuesto en dos columnas, una que debería marchar por El Gareb dirigida por el propio coronel Lacanal y la otra por Zoco-El-Had, a las órdenes de Eduardo Sirvent, protegiendo a la anterior. Tras iniciarse el convoy, los rifeños consiguieron paralizar el avance provocando que ni Carlos Tuero ni los coroneles supieran actuar y llevándolos a cometer infinidad de errores que produjeron bajas y la pérdida de la mitad de las acémilas del abastecimiento del convoy. La negligencia mostrada por los tres obligó a José Cavalcanti a intervenir consiguiendo llegar a Tizza finalmente. Tras estos sucesos, y motivada por la mala gestión en la operación, Lacanal quedó en situación de disponible por real orden de 20 de octubre de 1921, y al día siguiente se embarcó de vuelta a Barcelona.

El Consejo Supremo de Guerra y Marina mandó abrir una causa en única instancia para investigar los hechos y exigir responsabilidades derivadas de estas actuaciones cometidas en la zona de Melilla en el mes de septiembre de 1921. El Consejo, reunido en Sala de Justicia, dictó sentencia el 29 de febrero de 1924, por la que absolvía al general de división José Cavalcanti y condenaba por negligencia a Carlos Tuero, Francisco Sirvent y Ricardo Lacanal. A este último se le condenaba por negligencia a 6 meses y un día de prisión militar correccional con la pena accesoria de suspensión de empleo durante la condena. Tras la sentencia, y en virtud del Real Decreto de 4 de julio de 1924, solicitó al Consejo Supremo de Guerra y Marina que se le concediera la amnistía. Dicho Consejo reunido el 19 de junio de 1924 se la denegó, pero sí consiguió el indulto.

Pese a que el 27 de mayo de 1925 el propio Consejo decidió el archivo de esta causa, el proceso fue reabierto el 28 de enero de 1926, a consecuencia de la llegada a la posición de El Gareb de varios soldados de los regimientos Borbón y Valencia con nuevas informaciones sobre la actuación del general de Brigada Carlos Tuero y de los coroneles Lacanal y Sirvent.

Padre: Manuel de Lacanal González

Madre: Ignacia Vilar

Mujer: Adela Valls y Valls