Diputado Novohispano.

Ángel Alonso y Pantiga nació el 2 de octubre de 1776 en Mérida de Yucatán. Hijo de José Alonso y Pantiga, natural de Santianes de Pravia (Asturias) y de Luisa Pascual y Valdarrago, natural de Nombela (Toledo); lo cuales fueron criados del brigadier, Gobernador y Capitán General de Yucatán Antonio Oliver desde el año 1771.

El 5 de noviembre fue bautizado en la catedral de Yucatán con el nombre de Ángel José de la Santísima Trinidad. Antes de cursar los estudios de filosofía en el Seminario Conciliar de San Ildefonso que impartió Juan Antonio Villarejo Ortega durante los años de 1789 a 1792, se educó con los familiares de Luis de Piña y Mazo (Obispo de Yucatán de 1781 a 1795) del cual fue nombrado familiar en 1788. La protección del obispo también le granjeó la posibilidad de acceder a mejores posiciones, como fueron sus nombramientos de teniente de cura en la catedral de San Cristóbal, examinador sinodal del obispado de Yucatán, secretario del mitrado y para 1805/1810 Ángel Alonso y Pantiga había sido nombrado cura de la parroquia de Campeche, un puesto de gran distinción dentro de la provincia.

Durante el cautiverio de Fernando VII, de 1808 a 1814, nunca se posicionó abiertamente del lado de ninguna de las tendencias de la época. Este hecho, su carácter afable y el cariño que le profesaban los ciudadanos de Campeche propició que cuando hubo que elegir representante para las primeras Cortes ordinarías saliera elegido de manera unánime.

Así pues, Ángel Alonso y Pantiga puso rumbo a Cádiz y posteriormente, el 13 de noviembre de 1813 llega a Madrid y el 14 entró a jurar y tomar asiento en las Cortes como diputado por la provincia de Mérida de Yucatan hasta el 10 de mayo de 1814. El 12 de febrero del mismo año se impuso en la votación para ser nombrado diputado americano suplente en la diputación permanente de Cortes a Blas Ostolaza y Mariano Robles.

Desde su llegada a la Península Ibérica las tendencias políticas de Alonso y Pantiga se fueron haciendo cada vez más palpables, hasta que el 12 de abril de 1814 se desveló como uno de los firmantes del Manifiesto de los Persas, lo que remarcaba su tendencia absolutista.

Durante su estancia en Madrid, Alonso Pantiga aprovechó su estatus de diputado y de lealtad a la corona para mirar por algunos intereses locales como fueron: pedir para Campeche la concesión del título de muy noble y leal; a Izamal la gracia de Villa y a Valladolid el título de ciudad; pero sus propuestas cayeron en saco roto. También abogó por que se erigiera la actual Universidad Autónoma de Yucatán y se dotase con 12 becas para alumnos indígenas. Además propuso que se restituyeran los cacicazgos y cabildos de indios que habían sido abolidos con la Constitución; que el presidio de San Felipe de Bacalar se habilitase como puerto; y la creación de un Consulado de comercio.

Una vez restaurado el absolutismo, en julio de 1814 solicitó una canonjía de las vacantes que había en México y en Puebla, la cual se le acabaría otorgando poco tiempo después, primero como Canónigo y después como Vicario Capitular.

Tras la independencia de México, después de unos años algo convulsos, el Cabildo Catedral se consolida en 1831; pero en 1833 los reformistas liberales empezaron a intervenir en los asuntos eclesiásticos. El 30 de marzo de 1834 se decretó la expulsión de Ángel Alonso Pantiga, junto con otros sacerdotes, por parte del Congreso del estado de Puebla. Con la llegada al poder de Antonio López de Santa Anna se revocaron muchas de las reformas aplicadas hasta el momento, incluido el decreto de expulsión.

Dos décadas más tarde, más concretamente el 25 de junio de 1856, se aprobó la ley de desamortización de fincas rústicas y urbanas de las corporaciones civiles y religiosas, también conocida como la Ley Lerdo, contra la cual Ángel Alonso Pantiga, que por aquel entonces era el gobernador de la mitra en sede vacante de Puebla, protestó enérgicamente, lo que le reportó el destierro a Veracruz junto a otros eclesiásticos al ser considerado por el gobierno como un conspirador cuando contaba con 80 años de edad.