Institución
Monasterio de Santa Cristina de Somport (Aisa, Huesca, España)Otras formas
desde 1078 hasta 1802
El hospital y monasterio de Somport, bajo la advocación de Santa Cristina, en el paso del Pirineo cerca de Canfranc, nació como refugio y asilo de pobres peregrinos de la ruta jacobea; este monasterio fue inicialmente habitado por monjes benedictinos.
La primera referencia documental que tenemos de esta institución se remonta al año 1078, a través de una concesión a Santa Cristina por mano del rey Sancho Ramírez, aunque el monasterio como entidad hospitalaria será del período de Pedro I (1094-1104). Este monarca le cedió fueros de privilegio, protegiéndola de la intromisión de los seglares y particulares de la zona.
Considerado según el Liber Sancti Jacobi uno de los tres pilares sobre los cuales se apoyaban los pobres y peregrinos, junto con el hospital de Jerusalén y el hospital de Mont Joux (Alpes), este de Santa Cristina era favorecido por los reyes de Aragón y por los vizcondes del Bearn. Fue Gastón IV de Bearn (1090-1130) a reformar el monasterio sustituyendo los monjes benedictinos por una comunidad de canónigos regulares de la regla de San Agustín.
La expansión económica de Santa Cristina se basó fundamentalmente en la potencialidad ganadera de los territorios controlados, pocos propicios por la agricultura.
A principios del siglo XIII, Santa Cristina de Somport había alcanzado su máxima expansión territorial. La bula despachada en Perugia por Inocencio III el 4 de junio de 1216 nombra las encomiendas, iglesias, villas y haciendas pertenecientes al monasterio: poseía catorce iglesias en Francia y treinta en tierras aragonesas.
Tras agrias disputas entre el prior y los canónigos, por sentencia arbitral dada en 1374 se dividieron las rentas y comenzó el declive de la casa.
En el siglo XVI, con motivo de la guerra de hugonotes del Bearn, los religiosos se trasladaron a Montearagón, y después a Jaca, donde tiempo después erigieron el Colegio de Santa Cristina. En 1569 los canónigos abandonaron el Hospital, a ruegos del gobernador Juan de Gurrea, trasladándose a la casa que el Hospital poseía en el «Burnao» de Jaca. Lo había ordenado el propio Felipe II para mejor defensa del paso del Somport con motivo de la incursión del conde de Montgomery por el Bearne.
El 4 de mayo de 1607 el papa Pablo V autorizaba, a instancias de Felipe III -como patrón del monasterio «real» de Santa Cristina-, la institución del nuevo convento de Predicadores (Dominicos) adjudicándole los bienes adscritos a la mensa conventual. Pero los dominicos, acostumbrados como estaban a sus conventos urbanos, nada más instalarse trataron por todos los medios de bajarse a Jaca. Y lo consiguieron, con apoyo de la ciudad y el cabildo episcopal -que al efecto les cedieron la antigua iglesia de San Jaime- en mayo de 1614, con pacto expreso de que el convento o colegio de Jaca fuera uno mismo con el de Santa Cristina.
Pero en 1614 se consiguió autorización del rey para dejar en el antiguo hospital de Somport «por ser inhabitable dicho sitio» a sólo dos frailes.
En 1802 toda la comunidad dominica residía en Jaca, y para cumplir con los oficios de la hospitalidad mantiene el Convento en Santa Cristina un secular con título de Hospitalero, que reside allí todo el año. Y así debió de ser, con los altibajos propios de los tiempos, hasta la exclaustración.
Según el Diccionario de P. Madoz, la abadía todavía se mantuvo en uso durante la primera mitad del siglo pasado. Debió de abandonarse y sus restos acabaron confundidos con los del Hospital medieval. Es precisamente en el Diccionario de Madoz (c. 1845) donde se ofrece la primera descripción «moderna» de sus ruinas.
MADOZ, Pascual Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, Establecimiento tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti, 1845-1850.
DURÁN GUDIOL, Antonio. El hospital de Somport entre Aragón y Bearn (siglos XII y XIII). Zaragoza: Guara Editorial, 1986.
Código Pares: ES.28079.AHN/3.1.2.5.16//
MATEU IBARS, Josefina y MATEU IBARSL, María Dolores. Colectánea paleográfica de la Corona de Aragón, Siglos IX- XVIII. Vol. I. Barcelona: Edicions Universitat Barcelona, 1991.