Mariscal de Castilla y I Señor de Baena. Era hijo de Gonzalo Fernández de Córdoba, IV señor de la casa de Córdoba y I señor de Aguilar de la Frontera, y de María García-Carrillo.

El rey Juan I de Castilla le hizo merced y donación perpetuas y hereditarias del señorío de la villa de Baena y de su fortaleza el 4 de mayo de 1386. Fue también I señor de Villaquirán de las Infantas, de Villacisla, Mazariegos, Bascones, Amaya y Revenga.

Entre otros cargos, destacar que fue el primer mariscal de Castilla, una dignidad creada por Juan I que Diego Fernández de Córdoba vinculó en sus sucesores, Alguacil Mayor de Córdoba, Alcaide de los Donceles, alcaide de los Reales Alcázares de Cabra, embajador del rey Enrique III de Castilla en Portugal y uno de los gobernadores de la monarquía de Castilla.

Contrajo matrimonio en dos ocasiones, la primera con Sancha García de Rojas, VIII señora de Poza y fueron padres de:

1º Juan Rodríguez de Rojas, que fue IX señor de Poza en sucesión a su madre.

2º Pedro Fernández de Córdoba, quien continuó la filiación de los señores de Baena.

3º Gonzalo Fernández de Córdoba, que murió siendo niño.

4º Sancho Fernández de Córdoba, obispo de Astorga y Córdoba.

5º Juana de Córdoba Rojas, señora de Bascones.

6º María García-Carrillo.

7º Isabel Fernández de Córdoba, que falleció niña.

En segundas nupcias se casó con Inés de Ayala Toledo, III señora de Casarrubios del Monte y Arroyo-Molinos, y fueron padres de Mariana de Córdoba Ayala Toledo, IV señora de Casarrubios del Monte y Arroyo-Molinos.

Diego I falleció en noviembre de 1435, dejando como sucesor de la casa de Baena a su nieto del mismo nombre, primogénito de su hijo Pedro Fernández de Córdoba, ya fallecido.