Institución
Servei de Biblioteques del Front (España)Formas paralelas (otros idiomas) Otras formas
desde 1937-02-17 hasta 1939
Desde el inicio de la Guerra Civil española, el Comisario de Propaganda de la Generalitat de Cataluña recogía y enviaba libros al frente de guerra dónde estaba la tropa. Esta iniciativa fue en aumento y dió origen a que la Consejería de Cultura de la Generalitat creara un servicio de lectura para los soldados bajo la denominación de "Servicio de Bibliotecas del Frente", creado por Decreto de 17 de febrero de 1937. Estaba inspirado en la experiencia americana de la I Guerra Mundial que puso en marcha bibliotecas para atender a los heridos. Se organizó con la creación de bibliotecas en primera línea, en la retaguardia y en los hospitales de sangre así como en los hospitales de convalecencia y centros de reposo. Se crearon dos subcentrales en zonas del frente aragonés, concretamente en Sariñena y en Alcañiz. Se nombró directora del Servicio de Bibliotecas a la bibliotecaria Concepción Guarro, aunque los motores y protagonistas de la iniciativa fueron Jordi Rubió y Pepita Callao. Los lotes de libros se enviaban según la demanda y en cuanto a su temática estaban pensados para ofrecer entretenimiento por lo que la mayoría eran obras de literatura. Además se establecieron bibliotecas en los hospitales de sangres, edificios habilitados como hospitales para tratar a los heridos y también se puso en marcha un servicio de bibliobús en 1938. Se calcula que el Servició pudo poner en circulación unos cien mil libros en los dos años que estuvo en funcionamiento. Al final de la guerra, cuando ya Franco estaba a punto de entrar en Barcelona, el bibliobús condujo a un grupo de escritores hacia Francia camino del exilio.
Fecha del evento: 1936 - 1939