El monasterio se establece en el año 934 en las Fragas del Eume para acoger a numerosos anacoretas que vivían dispersos en la zona. Las importantes donaciones de Rosendo de Celanova engrandecen su patrimonio recibiendo la mayor parte de las tierras cultivables existentes en la orilla derecha del río Eume y concediéndole la jurisdicción sobre las villas cercanas y eximiéndolo de la autoridad arzobispal de Santiago de Compostela. Obtiene así el monasterio un gran poder, adquiriendo su iglesia la categoría de Real Colegiata (con seis canónigos) que conservará hasta finales del siglo XVIII.

Comenzó perteneciendo a la Orden de San Benito, pero en el siglo XII se convierte en Colegiata de canónigos regulares de San Agustín. Entre el año 1220 y 1259 se produce la máxima expansión de su dominio, en ella estuvo al frente del monasterio el prior Don Martín Rodríguez, quien logró la ampliación del coto hasta el Puente de Pontedeume, incluyendo las parroquias de Cabanas e Irís.

Durante la Alta Edad Media con el auge de la casa de los Andrade perdió mucho poder económico, que recuperó en tiempos de los Reyes Católicos. Su jurisdicción abarcaba las parroquias de Caaveiro, Capela y Cabalar (Capela), Santa Cruz del Salto, Cabanas, Soaserra e Irís (Cabanas), San Pedro de Eume, A Faeira, Bermui, Goente y Ribadeume (As Pontes de García Rodríguez), San Xoán do Seixo, Queixeiro, Taboada, y parte de la de Vilachá (Monfero), estas tres últimas conocidas como "Coto Pequeño", y el coto de Belelle, en Sillobre (Fene).

A partir de 1800 queda abandonado, al cuidado de un casero e inicia así su decadencia y deterioro. Con la desamortización, todas las posesiones de la comunidad fueron vendidas por el Estado a particulares, las reliquias de San Rosendo fueron trasladadas a Santiago, y algunos de los objetos religiosos, como las campanas e imágenes de la iglesia, fueron distribuídas entre las iglesias de Las Neves y Soaserra. Fue adquirida por Pío García Espinosa, que recibió la autorización del Arzobispado de Santiago de Compostela para reconstruir el monasterio.