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Identificación

Tipo:

Persona

Forma autorizada:

Maximiliano I (1459-1519, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico)Otras formas

Fechas de existencia:

Wiener Neustadt (Baja Austria, Austria) 1459-03-22 - 1519-01-12

Historia:

Archiduque de Austria y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Hijo del emperador Federico III y Leonor de Portugal y Aragón, se convirtió en heredero imperial tras la muerte de su hermano mayor. Su matrimonio con María de Borgoña le convirtió en una de las piezas esenciales del tablero político en los últimos años del siglo XV. La herencia de María, como hija del duque Carlos el Temerario, fue apetecida por varios príncipes europeos pero, sobre todo, por parte de Francia. El enlace, que se concretó tras la muerte de Carlos en la batalla de Nancy en 1477, desencadenó el enfrentamiento entre Maximiliano y el rey de Francia. En 1482 murió María de Borgoña a consecuencia de un accidente de caballo; le sucedió su hijo, el archiduque Felipe como duque de Borgoña y la tutela del mismo recayó en Maximiliano. No obstante, el Tratado de Arras de 1482 supuso una pérdida importante de territorios para Felipe: Borgoña, Franco- Condado, Artois y Picardía cayeron bajo dominio francés, mientras que los Países Bajos y Luxemburgo permanecían en la órbita de los Habsburgo.

El enfrentamiento con Francia no cesó tras un intento fallido de Maximiliano por casar con la duquesa Ana de Bretaña. La unión, muy efímera, fue anulada en 1492 y Ana acabó casada con Carlos VIII de Francia. En 1493 casó con Bianca Maria Sforza, hija del duque de Milán, y con la que no tuvo descendencia.

En 1496 se produjo el doble matrimonio entre los archiduques Felipe y Margarita, los dos hijos nacidos de su matrimonio con María de Borgoña, y el príncipe don Juan y la infanta doña Juana de Castilla. Estas uniones tenían como objetivo fundamental el aislamiento de Francia como enemigo común de Castilla y Aragón y el Imperio, sin embargo, sus consecuencias fueron mayores. Debido a la prematura muerte del príncipe don Juan, así como a las de la princesa doña Isabel y príncipe don Miguel, la entonces archiduquesa Juana se convirtió en la heredera de las Coronas de Aragón y Castilla, y con ella, la dinastía Hasburgo. Así, en sus últimos años de vida, Maximiliano veló por la doble herencia de su nieto, Carlos de Habsburgo, que a la postre se convertiría en Emperador y Rey Católico.

De la labor de Maximiliano como emperador (desde 1508), cabe destacar su intento por fortalecer el poder imperial; no obstante, los logros fueron escasos, siendo lo más significativo la creación de una Cámara Imperial de Justicia.