El convento de la Santa Faz de Alicante, se localiza el la pedanía del mismo nombre, a unos kilómetros del casco urbano de la actual Alicante.

Este convento y la pedanía deben su existencia a la veneración de una Santa reliquia. Un pedazo de la Santa Faz, o la Verónica, como se denomina al paño con el que una mujer, Verónica, limpiara la cara ensangrentada de Cristo, en su camino al Calvario.

Esta reliquia sería entregada en Roma al padre Mena, que la trasladaría a Alicante. Se dice que esta reliquia propició varios milagros y, es lo que lleva a erigir un santuario para su veneración. El primero de estos milagros, según crónicas, se produce en 1489 y, en 1490 ya hay constancia de bulas papales que tratan sobre este acontecimiento y la construcción del convento.

La construcción es patrocinada por el Concejo. Y acuerdan se realice en el barranco de Lloixa, zona rica en huertas y junto al mar. Lugar donde ocurrió el primero de los milagros.

Este primer santuario se encargó al cuidado de una comunidad de padres Jerónimos. A través de las donaciones de particulares este fue ampliando sus instalaciones, construyendo dormitorios y el claustro para los religiosos.

Transcurridos los años los padres jerónimos deciden marcharse y es el propio concejo quien se ocupa a través de un Clavero y un Mayordomo del cuidado de la reliquia.

Pasados los años deciden encomendar el cuidado de la misma, a una comunidad de religiosas de la Orden de Santa Clara.

El día 17 de julio de 1518, lo habitaron siete monjas. En un primer momento este convento, tomó el nombre de Santa María de Gracia, poniéndose bajo el patrocinio del Santo Angel Custodio .

La situación de aislamiento del convento dejaba expuestas a la religiosas a los ataques de piratas y berberiscos que, desembarcaban en la playa vecina, para robar en campos y caserios cercanos al concejo de Alicante.

La ciudad dispuso edificar junto al dormitorio del Convento, pero aislada, una torre defensiva para que en ella se guareciesen, en caso de ataque. Se realizó en 1582.

En el año 1590 se construyó el retablo del actual altar mayor, adornándolo con una imagen de la piadosa mujer Verónica y otras de Santos pertenecientes á la Órden franciscana. La devoción, siempre creciente, que obtuvo el lienzo, hizo que los antiguos Concejos, invirtieran en la construcción un Camarín digno, para tal reliquia. Emprendidas las obras, el año 1680 se dieron por terminadas.

El Concejo gastó crecidas sumas en agrandar el edificio del Monasterio de la Santa Verónica dando consistencia a la defectuosas fábrica de su iglesia, cuyas fachadas y portadas fueron restauradas en 1721 y 1738.

A pesar del interés y la inversión hecha por los sucesivos concejos en el año 1748 fue declarado en estado ruinoso. Así en 1750 se procede a la demolición y se adecua una capilla en el interior del convento para que albergue la reliquia. El nuevo templo no se finaliza hasta 1766.

Durante la Guerra civil española, el 20 de julio de 1936 el convento es atacado por las milicia comunista. Y los siguientes años de la Guerra, es utilizado como fábrica de aviones.

La actual edificación, que es del siglo XVIII, presenta un frente de fachada formado por dos cuerpos ligeramente diferenciados, construidos con sillares.

Destaca la decoración pictórica del camarín que alberga la reliquia, con obras de Juan Conchillos Falcó.

Se realiza romería hasta el monasterio, el segundo jueves después del domingo de resurrección, para venerar la reliquia de la Santa Faz.