Bernardino Pimentel, primer Marqués de Távara, en unión de su mujer Constanza de Bazán y de su prima María Pimentel, suplican a Su Santidad Julio II les concediera una serie de indulgencias que especifican. El Papa, por medio del Cardenal Leonardo de la Rovere, concede lo pedido.
OSUNA,C.2133,D.9
1511-05-31
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