Carta Real a Antonio Osorio, gobernador y capitán general de la isla Española y presidente de la Audiencia de Santo Domingo, en respuesta a su carta de 8 de marzo de 1603, para que en relación con el seminario fundado en la ciudad se guarde lo dispuesto por el concilio tredentino, y que no se entrometa en el nombramiento de rector, colegiales y ministros.