Real Cédula al obispo de Durango, en respuesta a su carta de 12 de mayo de 1681, en la que informaba haber terminado la visita a esa Catedral y formado unas Constituciones para el buen regimiento de dicha Iglesia, aprobando las mismas y mandando a su deán y cabildo que las observen y guarden.
Nota al margen: "Corregido"