Crítico musical, musicógrafo, historiador y compositor español.

Nació el 6 de marzo de 1890 en Madrid (España). Hijo de Miguel Salazar Orovio, funcionario de Telégrafos, y de Juana Roiz de Palacios Aguinaga, natural de Irún (Guipúzcoa). Su madre quedó pronto viuda por lo que tuvo que hacerse cargo de la crianza y educación de su único hijo.

Realizó el bachillerato en el Instituto de San Isidro de Madrid y cursó Historia en la Universidad Central de Madrid. Se declaró autodidacta en lo musical, aunque estudió la obra de Maurice Ravel y de Manuel de Falla, con quien mantuvo amistad y a quien consideró maestro de su generación; también recibió los consejos del compositor y director de orquesta español Bartolomé Pérez Casas. Fue mentor de Ernesto Halffter quien, por su recomendación y consejo, completó su formación musical con Manuel de Falla.

Adolfo Salazar fue un intelectual cosmopolita, pues dominaba varios idiomas y, por sus viajes, estaba al corriente de las vanguardias musicales del momento. Fue secretario de la Sociedad Nacional de Música entre 1915 y 1922, en La Haya sucedió a Felipe Pedrell en el comité directivo de la Sociedad Internacional de Musicología, y fue miembro fundador de la Société Française de Musicologie. En 1939 ocupó la vicepresidencia de la Sección de Música del Ateneo de Madrid. Desempeño el cargo de agregado cultural de la Embajada de España en Washington en 1930, y de 1938 a 1939.

Utilizó el seudónimo de Rolando David en sus primeras críticas musicales para la revista "Lira Española", en la que escribió su primer artículo "En el Ateneo. Costa y Terán". Su prestigio creció y colaboró con las revistas más destacadas del momento como "Gaceta literaria", "España", "La Pluma", "Cruz y Raya" o "Revista de Occidente". Junto al compositor leonés Rogelio Villar, dirigió la "Revista Musical Hispano-Americana" (1914-1918). El principal medio en el que difundió su crítica fue el diario "El Sol", entre 1918 y 1936. Publicó numerosos trabajos como "Música y músicos de hoy" (1928), "La música contemporánea en España" (1930), "Forma y expresión en la música" (1941), o los cuatro volúmenes de "La música en la sociedad europea" (1942-1946). Además, publicó "Hazzlitt el egoísta y otros papeles", "Delicioso hereje" y otros escritos sobre las literaturas inglesa y francesa.

Como compositor, la influencia del impresionismo francés y la estética nacionalista de Pedrell, Falla y Pérez Casas fueron las bases de obra. Su catálogo no es muy extenso, pero títulos como "Tres preludios" (1915); "Rubaiyat" (1924), para cuarteto de cuerda; y "Paisajes" (1926), para orquesta, tuvieron gran éxito. Mantuvo una extensa correspondencia con Falla entre 1915 y 1945. Visitó Granada junto al compositor Roberto Gerhard en octubre de 1921. A su regreso a Madrid, publicó en "El Sol", el día 25 del mismo mes, una crónica en la que menciona "El retablo de maese Pedro" (1919-1923), obra en la que Falla estaba trabajando. Tras la guerra civil española, se estableció en la Ciudad de México y fue nombrado profesor en el Conservatorio Nacional de México en 1946. Desde 1949 fue miembro de la Hispanic Society of America y del Instituto Español de Musicología. Otros escritos que publicó fueron "Andrómeda: bocetos de crítica y estética musical" (1921); "Sinfonía y ballet (idea y gesto en la música y danzas contemporáneas)" (1929); "Las grandes estructuras de la música" (1940); "La danza y el ballet" (1949); o "La música en Cervantes y otros ensayos" (1961). Entre su producción musical, además de las ya reseñadas, compuso obras como "Estampas" (1914) para orquesta; "Jaculatoria" (1915); "La convertie y melancolie" (1923); "3 petites pièces" (1925); "4 canciones" (1927); o "2 infantines" (1927). Falleció a los 68 años de edad en la capital mexicana el 27 de septiembre de 1958.

Su legado documental se conserva, en su mayor parte, en el Fondo Adolfo Salazar (Ciudad de México, México), y en la Residencia de Estudiantes (Madrid, España).