Jurista y político. Hijo de Melchor Macanaz Moya y Ana Montesinos. Tras cursar estudios de Humanidades en la Universidad de Valencia pasó a la de Salamanca donde siguió los de Derecho Civil y Canónico. En 1694 se trasladó a Madrid donde fue recibido en el Colegio de Abogados; asimismo, fue frecuente su asistencia a academias de jurisprudencia. En estos primeros años tuvo como protector a Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, marqués de Villena y duque de Escalona.

Se le ofreció un puesto en la Real Audiencia de Santo Domingo pero lo rechazó. Ocupó luego el puesto de secretario del virrey de Aragón y más tarde fue consejero del embajador francés, Amelot. Tras la victoria de las tropas borbónicas en la batalla de Almansa, Macanaz tuvo un papel muy importante en la redacción del Real Decreto de 29 de junio de 1707 para la abolición de los Fueros en los reinos de Aragón y Valencia. Su ascenso en la Corte estuvo muy vinculado a la protección dispensada por la reina María Luisa Gabriela de Saboya y de la princesa de los Ursinos. Fue nombrado intendente general del reino de Aragón. Macanaz se estaba perfilando como un jurista regalista defensor de las prerrogativas regias por encima de los privilegios de los reinos. En 1713 se acometió una importante reforma en el Consejo de Castilla dando al cargo de fiscal general, ocupado por Macanaz, la precedencia frente al presidente. Desarrolló entonces una política de corte regalista y proyectos de reforma administrativa.

La muerte de la reina en 1714 supuso su caída en desgracia, un procesamiento por el tribunal de la Inquisición y su destierro: En el transcurso del mismo contrajo matrimonio con María Maximiliana Courtois Tamison con quien tuvo una hija: María Maximiliana Macanaz y Courtois. Tras el ascenso al trono de Fernando VI fue nombrado ministro plenipotenciario para asistir al Congreso de Breda (1746). Fue destituido tras proponer una alianza con Inglaterra rompiendo, previamente, la entente con Francia. Fue reclamado en España, arrestado y trasladado al castillo de San Antón (La Coruña) donde permaneció encerrado doce años. La llegada de Carlos III al trono supuso su liberación y retiro a su villa natal donde falleció.