Colegio Máximo de la Compañía de Jesús fundado en San Fe de Bogotá (capital del antiguo Virreinato de Nueva Granada).

Tras la Real Cédula emitida por el rey Felipe III el 30 de diciembre de 1602 autorizando a los jesuitas a establecerse en Nuevo Reino de Granada, llegaron a Santa Fe de Bogotá, el 23 de septiembre de 1604, bajo autoridad del superior Martín Funes.

Fue inaugurado el 18 de octubre de 1605 como sucesor del Colegio Seminario de San Luis, fundado en 1581 y del Colegio Máximo Ignaciano, el cual acababa de ser establecido por la recién llegada Compañía de Jesús.

El 1 de enero de 1605 se inauguraron los estudios de humanidades del Colegio Máximo, al que quedaban subordinados los Colegios jesuitas de Cartagena de Indias, Antioquía, Honda, Pamplona, Mérida y Mompós. Impartían educación desde los niveles básicos hasta los niveles superiores. Tras la inauguración del nuevo centro educativo se incluyeron los cursos de Filosofía en 1608 y los de Teología en 1611.

Los jesuitas, a solicitud del arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero, se hicieron cargo del Seminario con el objetivo de regir la educación de los 70 jóvenes pertenecientes a las principales familias de la capital y materializar la institucionalización de un verdadero seminario diocesano siguiendo las directrices del Concilio de Trento.

En este sentido, además, la cesión por parte del arzobispo de la dirección del colegio a la Compañía supuso que la rectoría de este se subordinase al superior jesuita, relacionando, inevitablemente, el destino de ambas direcciones. El padre Diego de Torres aceptó el encargo del arzobispo, y nombró primer vicerrector de San Bartolomé al P. Martín Vásquez.

En 1704 el Colegio Mayor, toma el nombre Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Mediante breve del papa Clemente XI, y con aprobación real de noviembre de ese mismo año, se autorizó al Colegio a erigir las cátedras de Cánones y Leyes, otorgando a sus Grados el mismo valor que los otorgados por universidades de Estudios Generales.

De esta forma, la institución comprendía todos los niveles educativos y comenzó a denominarse Universidad Javierana, en honor a San Francisco Javier. Este calificativo se generalizó a lo largo del siglo XVIII, siendo el periodo de 1720 a 1767 el más prestigioso de esta institución educativa.