Gobernador y Virrey de Valencia. I conde de Oliva.

Francisco Gilberto de Centelles Riusech Queralt fue X señor de Oliva y Rebollet (1433-1449), nombrado I conde de Oliva (1449-1480), IX señor de Nules (1433-1480), IV señor del valle de Ayora y Cofrentes (1444-1480), y señor de Murla (1463-1480), de Pego (1473-1480), de Orba (1476-1480) y de Laguar (1476-1480) en el reino de Valencia. Fue además IV señor de Rocafort de Queralt en Cataluña (1432-1480), señor de Monteagudo (1433-1480), Anglona (1433-1480), Ósilo (1433-1437 y 1447-1480), Márguine (1433-1439 y 1478-1480) y Coguinas (1438-1480) siendo estos últimos territorios conocidos con el nombre de "Estados sardos de Oliva".

Fue el hijo primogénito de Bernardo Centelles Riusech Cabrera, VIII señor de Nules y IX de Oliva y Rebollet, y de Leonor de Queralt, III señora de Rocafort de Queralt. Fue hermano de Violante y Catalina de Centelles.

En su faceta militar, acompañó a su padre en la conquista de Isquia y el saqueo de Marsella (1423). Posteriormente, luchó en la conquista de Nápoles (1441), en Castro Genovese contra Mateo Doria, en las guerras de Castilla con rango de mariscal del ejército, en la campaña de la isla de Gerba (1432), en el ataque contra Génova, en la defensa de Nápoles contra la flota veneciana, en la guerra contra los florentinos y en la campaña de Albania (1454).

En el ámbito político y diplomático, sirvió desde muy joven al rey Alfonso el Magnánimo de Aragón, siendo su consejero y camarlengo en Nápoles (1432-1458). De este monarca recibió algunos cargos importantes en Cerdeña, tales como gobernador de Jenuense, Cabo Sácer, Logudor (1453) y Sácer (1454). Además, tenía facultad para convocar al estamento militar en las cortes sardas (1446) y fue nombrado por el rey para trasladarse a la corte pontificia y felicitar a Calixto III por su elección como papa (1458). Tras la muerte de Alfonso el Magnánimo, regresó a la ciudad de Valencia unos meses después (1459), siendo aclamado por la gente. Allí participó como juez en uno de los torneos celebrados en honor al nuevo monarca Juan II y fue nombrado "Governador General del Regne de València" (1478).

Como señor de vasallos, tomó posesión de las baronías heredadas de sus padres en 1433, aunque rápidamente incrementó su patrimonio. En este sentido, Alfonso el Magnánimo le donó a perpetuidad Castro Genovese (1439) y posteriormente compró el valle de Ayora y Cofrentes (1444) a Pedro de Cardona Villena, Murla (1463), Pego (1473 y 1479), junto con Favara, Benumeya y Adsubia, además de las baronías de Orba y Laguar (1476). No obstante, lo más destacado fue la concesión del título de conde de Oliva (1449), como recompensa a los numerosos servicios militares prestados.

En los llamados estados sardos de Oliva, protagonizó numerosos movimientos de compraventas hasta poder alcanzar unos dominios estables. Así, vendió Ósilo a Ángel Cano (1437) y compró Torre Doria y Coguinas (1439). Después vendió Costavalle, Márguine y el castillo de Macomer (1439) a Salvador Cubello de Arborea, marqués de Oristán, además de Siligo y Bannari (1442) a Cristóbal Manno, y Torre Doria y Coguinas (1443) a Ángel Cano. No obstante, posteriormente recuperó Coguinas y una parte de Ósilo (1447). Más tarde, Juan II le concedió el franco alodio de las posesiones sardas (1462).

Posteriormente, sus posesiones sardas fueron invadidas durante la guerra entre Leonardo II de Alagón y Nicolás Carroz, aunque restituidas a partir de la derrota del primero (1478), especialmente Márguine, que Fernando el Católico declararía como franco alodio (1504). En este contexto, Francisco Gilaberto de Centelles trató de reclamar sin éxito el marquesado de Oristán y el condado de Goceano, ya que estaban confiscados por la Corona y debido a que su difunta hermana había sido señora consorte antes del conflicto.

Por lo que se refiere al patronato de obras pías, ordenó la construcción de una nueva capilla en Nules, bajo la advocación de los Santos Ángeles y San Miguel, situando en ella su escudo de armas (1460).

A título personal, se casó en Sicilia con Beatriz Giménez de Urrea (ca. 1452/1453), hija del I conde de Aranda, con quién tuvo al menos cinco hijos: Serafín, futuro II conde de Oliva, Querubín, futuro V señor del valle de Ayora y Cofrentes, Beatriz, Estefanía y Ángela. Por otro lado, pudo tener hasta dos hijos bastardos: Ramón Guillermo y Jorge, quienes habrían ocupado importantes cargos eclesiásticos.

Finalmente, testó el 21 de enero de 1480, y murió siete días después. Se mandó enterrar en la cripta de la iglesia mayor de Nules.