Carta de Pedro Gómez de Contreras, Francisco de Arbolancha y Francisco de Proaño, tesorero, contador y factor de Nueva Galicia, al rey.
GUADALAJARA,51,L.1,N.77
Conocida 1562-02 , Zacatecas
Unidad Documental Simple
ES.41091.AGI/22//GUADALAJARA,51,L.1,N.77
Avisan de la remisión de plata en la flota de Pedro Menéndez de Valdés y comunican la recepción de la plata enviada.
Informan del fraude a la Real Hacienda que hacen los mineros con la plata del rescate que sacan los indios y esclavos en sus cendradas, de la que se paga el quinto, para hacerla pasar por plata del diezmo.
Exponen que por cédula dada en Toledo el 10 de mayo de 1560 se ordenó que la silla episcopal, la Audiencia y la Caja Real debían pasar a residir en la ciudad de Guadalajara, y manifiestan las razones por las que siguen en residiendo en la ciudad de Zacatecas.
Informan sobre la costumbre que han tenido algunos mineros de las minas de Zacatecas, de San Martín y de Avino de enviar la plata a diezmar a México, y suplican que se mande a los oficiales reales de allí que no diezmen la plata de las minas de Nueva Galicia, por los inconvenientes y fraudes que pueden surgir.
Exponen que las minas de San Martín, Avino y Chalchihuites están lejos de Zacatecas, en tierras despobladas y de guerra, que los bastimentos valen un precio excesivo y que por ello se saca poca plata pues por la carestía de la tierra es más el coste que el provecho, por lo que suplican que paguen el catorceno o quinceno durante cinco o seis años, y no el décimo como ahora pagan.
Manifiestan la conveniencia de que un oficial real visite por turno las minas de Nueva Galicia con la comisión de hacer información sobre los posibles fraudes en la plata del diezmo.
Solicitan que se de comisión al virrey Luis de Velasco para poder librar de la Real Hacienda la cantidad que sea necesaria para la seguridad y pacificación del reino contra los indios chichimecas y guachichiles.
Exponen que los corregidores toman los tributos de los indios en contra de lo que está mandado de que los indios los han de entregar a las personas en las que se hayan rematado en las almonedas, con el consiguiente menoscabo a la Real Hacienda y manifiestan el remedio que podría darse a esta situación.
Informan sobre lo cobrado de penas de cámara y se quejan de que los oidores hacen libranzas sobre ellas sin tener facultad para ello.
Suplican que los oidores no les pongan impedimentos para ejercer sus oficios y exponen los motivos por los que solicitan que la persona que les tome las cuentas no sea nombrada por los oidores sino por la Audiencia de México o el virrey.
Informan de la carestía de la tierra y solicitan aumento de salario.
Exponen que han tenido conocimiento de la carta que ha escrito contra ellos la ciudad de Guadalajara y un oidor de la Audiencia, y la buena diligencia que han puesto en su trabajo, habiendo cobrado todo excepto 559 marcos que debe Baltasar de Bañuelos, que fue teniente de tesorero.
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