Historia Institucional / Reseña Biográfica:
Para entender los acotencimientos que llevaron al proceso del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), hay que remontarse al año 1935, fecha en la que es fundado en Barcelona, fruto de la unificación del Bloc Obrer i Camperol y Esquerra Comunista, teniendo como objetivo la instauración transitoria de la dictadura del proletariado. Entre sus dirigentes estaban Joaquín Maurín, Andrés Nin, Julián Gómez García (Gorkin) o Pedro Bonet. Al estallar la guerra civil tenía ramificaciones en Cataluña, Asturias, Levante y Aragón, asumiendo la dirección del partido Andrés Nin.
Rival del Partido Comunista, éste logró que el POUM dejara de formar parte del gobierno catalán, encontrándose sólo, sin el apoyo de ningún otro partido. La ofensiva se inicia a principios de diciembre de 1936 en Madrid, dirigiéndose contra su prensa y ,posteriormente, se arremete contra sus dirigentes y afiliados.
Del 3 al 7 de mayo de 1937, en Barcelona se dieron unos sangrientos enfrentamientos, con numerosos fallecidos, provocados por una grave crisis entre las diversas facciones comunistas, agrediendo los comuistas ortodoxos al POUM, aprovechando la coyuntura para desacreditar a la organización y a sus hombres más representativos. El choque entre el Partido Comunista estalinista, fiel a Rusia, y el POUM acabó con la destrucción de este último, hasta tal punto que le acusan de ser una organización fascista.
El 16 de junio de ese mismo año fue detenido Andrés Nin por agentes de la policía republicana y trasladado a Madrid para realizar unas diligencias policiales y desapareció sin dejar rastro alguno. Pocas horas más tarde se detiene a otros muchos militantes del partido, entre ellos a Joaquín Gorkin, Andres Suárez y Federica Montseny. La represión iniciada en Barcelona se extendió a distintas comarcas de Cataluña, Madrid y Levante, siendo asesinados varios de sus seguidores entre los meses de julio y agosto. Se instruyeron numerosos procesos, todos bajo órdenes expresas del que fue jefe de la policía, teniente coronel Burillo, verdadero sabueso del estalinismo, que actuó junto con la policía política del Komintern. En esos momentos los comunistas dominaban la policía, los servicios de censura, el Comité de Guerra y la mayor parte de los mandos militares.
Durante el proceso se acusa al partido de traidor a la República y aliado de los fascistas, llegando a insinuar sus relaciones con la Gestapo. Se dieron numerosas anomalías, que fueron denunciadas por diversas personalidades, como Manuel de Irujo, antiguo ministro, y Julián Zugazagoitia, que pusieron de manifiesto las dudas sobre la independencia de la justicia. En un momento concreto del proceso, el mismo Francisco Largo Caballero defendió que los hechos de mayo fueron la lucha entre organizaciones políticas y sindicales de Cataluña, en ningún caso dirigidas contra la República.
Finalmente, el 29 de octubre se pronuncia la sentencia. A pesar de las presiones del Partido Comunista que pedía la pena de muerte, el POUM fue acusado por su apoyo a los obreros de Barcelona durante mayo de 1937 y su rechazo a integrarse a la unión republicana. El gobierno republicano, en ese momento presidido por Juan Negrín, no dio ninguna versión oficial sobre los acontecimientos.