La Delegación de Asuntos Indígenas (1913-1956) fue un organismo dependiente de la Alta Comisaría de España en Marruecos encargado de verificar la política de intervención y control de la actuación y composición de las autoridades marroquíes en el ámbito regional y local del Protectorado, si bien sus competencias llegaron a alcanzar ramos tan variados como el de la seguridad, el orden público, la información o la sanidad. En general, puede decirse que la Delegación de Asuntos Indígenas fue la instancia encargada de asegurar, desde el punto de vista político y administrativo, el mantenimiento de la acción de protectorado de España sobre la zona Norte de Marruecos al tener bajo su control el aparato completo de la Intervención, basado en una red de Intervenciones Territoriales, de ámbito regional, a su vez divididas en Intervenciones Comarcales y en Intervenciones Locales de o de Cabila.

Creada en 1913 con el nombre de Delegación de Servicios Indígenas, habrá que esperar a la pacificación total del territorio del Protectorado para que pueda ejercer sus funciones plenamente. En este sentido, el Decreto de 29 de diciembre de 1931 de reorganización de los servicios del Protectorado estructuraba la Alta Comisaría en las siguientes dependencias: Secretaría General, tres Delegaciones (Asuntos Indígenas, Fomento y Hacienda) y la Inspección de Intervenciones y Fuerzas Jalifianas. La Delegación de Asuntos Indígenas tenía como principal cometido la intervención cerca del Majzén Central y Regional (es decir, el ámbito urbano) y de todas las autoridades marroquíes en las regiones civiles, el control de la justicia islámica, la administración de rentas y dominios del Majzén y de los bienes habús, la propuesta de nombramientos de autoridades indígenas, las enseñanzas musulmana e hispano-árabe, la intervención de los servicios marítimos y todo lo relativo a la catalogación, rescate y explotación de la propiedad territorial pública, así como todo lo concerniente al Registro de Inmuebles y de la Propiedad.

Finalmente, la Ley de 8 de noviembre de 1941 convertía a la Delegación de Asuntos Indígenas en la dependencia más importante de la Alta Comisaría, integrando el Servicio de Intervención al completo (intervención político-administrativa, información, vigilancia y seguridad, orden público y Mejaznía), la Inspección de Asuntos Municipales y el servicio de Acción Social. La Delegación de Asuntos Indígenas quedaba organizada internamente por una Subdelegación, una Secretaría, la Sección de Política, la Sección de Información, una Asesoría Jurídica Musulmana, la Comisaría de Seguridad y de Orden Público, la Inspección de Asuntos Municipales, de Sanidad y de la Mejaznía.