Institución
Orden de San Juan de JerusalénOtras formas
1113
La Orden de San Juan de Jerusalén (o del Hospital), surgió como transformación de una comunidad que desde mediados del siglo XI atendía a los peregrinos en un hospital de Jerusalén adjunto a la iglesia de San Juan. En 1113, el Papa Pascual II y el Rey Balduino de Jerusalén reconocieron formalmente el Hospital y sus estatutos. Sin embargo, fue el Papa Anastasio IV, por Bula de 1154, quien los reconoció como una Orden de Caballería. En aquel entonces, el nombre oficial de la Orden era "Ordo Militae S. Joannis Baptistae Hospitalis Hierosolymitani"
A comienzos del siglo XII se establecen en los reinos hispánicos donde perduran con su carácter internacional hasta el año 1802, en que es incorporada a la Corona. La Orden de San Juan de Jerusalén estaba dividida en España en dos Lenguas: la de Castilla y la de Aragón. La Lengua de Aragón, que comprendía la Castellanía de Amposta y los Grandes Prioratos de Navarra y Cataluña, tenía el archivo general en San Juan de los Panetes (Zaragoza) Orden de San Juan de Jerusalén. La Lengua de Castilla disponía de dos archivos generales: el de Santa María de Horta (Zamora) y el de Consuegra
Los dos archivos generales que poseía la Orden: el de Santa María de Horta (Zamora), para la Lengua de Castilla, y el de San Juan de los Panetes, para la Lengua de Aragón, fueron reclamados por el Ministerio de Justicia en 1853. No se sabe por qué motivo esta orden no se llevó a término y poco tiempo después, en 1877, los archivos de San Juan se reunieron con los del Santo Sepulcro, en el Archivo General Central de Alcalá. Finalmente, en marzo de 1897, se transfirieron al Archivo Histórico Nacional los fondos de San Juan, y un mes más tarde, los del Santo Sepulcro y hoy se custodian en la sección de Órdenes Militares. Son en total 13 carpetas, 500 legajos y 300 libros.
Otro fragmento del fondo, 61 legajos de los siglos XVII-XIX, documentación de la Sacra Asamblea, se conserva en la sección de Consejos (Consejos 40549-40595 y 49944-49959)
Por lo que respecta al Gran Priorato de Cataluña de la Orden de San Juan de Jerusalén había mantenido, al parecer desde finales del siglo XV, un Archivo central en su convento de Barcelona, cuidadosamente ordenado e indizado en los siglos XVII y XVIII. Instalado a fines del siglo XIX en el convento femenino de Sant Gervasi, conservó su integridad hasta la guerra civil de 1936. Entonces, y después de varias vicisitudes que comportaron la pérdida y dispersión de algunos documentos, pudo ser resguardado en su mayor parte por el Servicio de Archivos de la Generalidad, que lo depositó en el monasterio de Pedralbes. En 1939 ingresó en el Archivo de la Corona de Aragón.