Compositor, bibliotecario, profesor, crítico y musicólogo español. Forma parte de llamada Generación de los Maestros (1898-1927).

Nació el 20 de diciembre de 1886 en Madrid (España). Hijo del violinista y violista Casimiro Gómez Mínguez, y nieto del organista y maestro de capilla Eulogio Gómez. Inició su formación musical con su padre y con el compositor Antonio Santamaría.

Ingresó en la Escuela Nacional de Música y Declamación en 1899. Finalizó la carrera de piano con Manuel Fernández Grajal en 1904, obteniendo el primer premio. También estudió composición con Emilio Serrano, conjunto instrumental con Valentín Zubiaurre, historia y estética con Felipe Pedrell y órgano con Jimeno de Lerma. En 1908 se graduó con la máxima calificación en Filosofía y Letras por la Universidad Central de Madrid, y ganó el primer premio en la especialidad de composición. Fue maestro concertador del Teatro Real entre 1908 y 1911. Funcionario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos por oposición desde el 28 de julio de 1911, ejerció como director del Museo Arqueológico de Toledo entre ese año y 1913.

Obtuvo el Premio Nacional de Música en 1912 por su trabajo "Los cuartetos de Manuel Canales y la música de cámara española de su tiempo", y al año siguiente por su investigación sobre el compositor español del siglo XVIII Blas de Laserna, tema con el que se doctoró en Ciencias Históricas en 1918. Fue responsable de la sección de música en la Biblioteca Nacional entre 1913 y 1915; jefe técnico de la biblioteca del Círculo de Bellas Artes entre 1915 y 1956; y profesor sustituto y bibliotecario en el Conservatorio de Madrid. Ocupó la vacante de Joaquín Turina en la cátedra de composición desde 1952 hasta 1961. Desempeñó el cargo de secretario en la Sociedad de Autores de España y fue presidente de su sección sinfónica. También fue presidente de la Asociación Española de Compositores de Música. Ingresó en La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el discurso "Los problemas de la ópera española" (1956).

Como crítico y musicólogo, publicó numerosos artículos como "La tonadilla" (1916), "Chapí y la música española" (1918), o "De musicología española: un libro de Pedrell. Otro de Jesús Aroca. Dos obras de Rafael Mitjana" (1918) en la revista "Harmonía". También colaboró en otras publicaciones periódicas como los diarios "La Tribuna" y "El Liberal", y en las revistas "Ritmo" y "Revista Musical" de Bilbao. Como compositor dejó un extenso catálogo con obras para casi todos los géneros musicales. Para el escénico escribió piezas como "Adiós a Granada" (1908); la tonadilla "El pelele" (1924), con libreto de Cipriano Rivas Cherif; con el mismo libretista, la ópera cómica "Los dengues" (1927); y el poema lírico-religioso "El pilar de la Victoria", en colaboración con Pablo Luna y libreto de Manuel Machado (1942). Para orquesta compuso "Intermezzo" (1907); "Suite en La" (1915), estrenada con gran éxito en 1917 por Bartolomé Pérez Casas y la Orquesta Filarmónica de Madrid; "Marcha española" (1929); "Canción árabe" (1934); "Gacela de Almotamid" (1941); y "Danza cortesana y scherzo" (1947); entre otras. Para piano y orquesta "Concierto lírico" (1942). "La malvaseda" (1918); "El estanque, Descanso y La sed" (1934), sobre poemas de Juana de Ibarbourou; y "A ejemplo de los árboles desnudos" (1935); fueron escritas para soprano y orquesta; y "Elegía heroica" (1945) para coro y orquesta. Para banda compuso "Castañuelas y gaitas" (1950); o "Tonadilla del Prado. Homenaje a don Pablo Esteve (siglo XVIII)" (1945). Entre sus piezas de cámara, destaca "Cuarteto plateresco" (1941), para cuarteto de cuerda. Son numerosas, por lo demás, sus obras para voz y piano, coro y acompañamiento, conjunto instrumental, órgano, piano y coro. Falleció el 23 de diciembre de 1973 en Madrid (España).

En la Biblioteca Española de Música y Teatro Contemporáneos de la Fundación Juan March (Madrid) se conserva el Archivo Julio Gómez García. Contiene partituras manuscritas autógrafas y editadas, documentación personal, artículos de prensa, programas de mano y la abundante correspondencia mantenida con numerosas personas a lo largo de su vida.