Compositor, pianista, pedagogo y musicólogo cubano.

Nació el 29 de septiembre de 1879 en La Habana (Cuba), y falleció el 24 de octubre de 1949 en la misma ciudad. Hijo de Joaquín Nin Tudó, militar español destacado en Cuba, y de Ángela Castellanos Perdomo, nacida en Cuba. Padre del compositor Joaquín Nin-Culmell, de la escritora Anaïs Nin y de Thorvald Nin, empresario.

Se trasladó a España junto a su familia en 1880, y comenzó sus estudios musicales en Barcelona. Ofreció su primer concierto en 1891 en el Teatro Lírico de la ciudad condal y dos años más tarde concluyó su formación. Fue alumno de Carlos Vidiella, quien le organizó un recital en la capital catalana en 1897, ese año fue nombrado subdirector del Instituto Catalán de Música. Amplió su formación con Vincent d'Indy en la Schola Cantorum de París y perfeccionó el piano con Moritz Moszkowski.

Contrajo matrimonio en La Habana en 1902 con la cantante Rosa Culmell, y con ella regresó a París donde continuó ofreciendo recitales. Se trasladó a Berlín en 1908, allí publicó "Pro Arte" (1909), colaboró con "Monde Musical" y conoció a la pianista Teresa Carreño. Durante su viaje a Cuba en 1910 fundó la Sociedad Filarmónica de La Habana e inició la publicación periódica "Boletín Musical".

En 1912 dio varios conciertos en París, entre ellos en la Schola Cantorum, institución en la que impartió docencia. Asentado en Bruselas, ciudad donde fue profesor universitario, publicó "Ideas y comentarios" (1912). Fue en la capital francesa donde conoció al compositor Manuel de Falla, con quien mantuvo una extensa correspondencia hasta 1930; y realizó en 1920 la primera audición de "Noches en los jardines de España" en el Théâtre de l'Opéra de París, bajo la dirección de Enrique Fernández Arbós.

En la década de 1920 comenzó a componer. Entre 1923 y 1924 publicó, en dos volúmenes, "Vingt chants populaires espagnols" para voz y piano, obra donde queda reflejada su estilo nacionalista. Se divorció de Rosa Culmell en 1924, y contrajo matrimonio en segundas nupcias con María Luisa Rodríguez.

Regresó a Cuba en 1939 donde impartió clases en el Conservatorio Nacional y perteneció a la Academia Nacional de Artes y Letras. Entre 1940 y 1946 fue jefe de redacción de la "Revista Bimestral de Arte y Crítica" -antigua "Musicalia"-, bajo la dirección de sus fundadores María Muñoz de Quevedo y Antonio Quevedo, junto a José Ardévol como secretario de redacción, y colaboró con la "Revista Conservatorio".

Como musicólogo, en la línea de Pedrell, destacan sus trabajos de investigación centrados en la música folclórica y en la recuperación de repertorio antiguo -clavecinistas y autores de tonadilla escénica del siglo XVIII-, del que publicó un extenso repertorio; destacan "Dix-sept sonates et piecès anciennes d'auteurs espagnols" (1928); "Siete cantos líricos españoles antiguos" (1926), y "Siete canciones picarescas españolas antiguas" (1926), armonizadas y comentadas, para canto y piano.

Fue condecorado caballero de la Orden de Isabel la Católica en 1928; caballero de la Legión de Honor de Francia en 1929; y nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1930, entre otros reconocimientos.