Institución
Orden de las Canonesas Regulares PremonstratensesOtras formas
1140
La orden premostratense fue fundada por San Norberto de Xanten en Premontré (1120) y aprobada por Honorio II en 1126, alcanzando una gran expansión por Europa. Desde 1121 la orden había crecido en forma de monasterios dobles, dónde habitaban canónigos, hermanos legos y hermanas, para alcanzar la concepción de Norberto por la que se debía imitar a los primeros cristianos, logrando una reunión de múltiples creyentes alrededor de los Apóstoles.
Como en el caso de numerosos otros predicadores apostólicos de su tiempo, su apostolado recogió adeptos también entre la población femenina y cuando en 1120 Norberto decidió de establecerse con sus seguidores en Premontré (Leon), se preocupó inmediatamente de encontrar una instalación para sus religiosas. Él mismo concedió el velo a Ricuera, primera religiosa de la orden.
Durante el siglo XII las fundaciones premonstratenses solían estructurarse en abadías dúplices, donde las comunidades tanto masculinas como femeninas convivían, aunque divididas internamente, en la misma abadía. Éstas como el cenobio masculino eran guiadas por una priora que respondía a la autoridad del abad.
Será en los primeros estatutos de la orden promulgados por el sucesor de Norberto Ugo de Fosses a regular la vida de las religiosas en los capítulos LXXV-LXXXII: no emitían votos solemnes y se dedicaban a los trabajos domésticos internos al monasterio, haciéndose cargo del cuidado de peregrinos, pobres y hermanos frailes.
En el año 1134, muere Norberto de Xanten, tras este hecho cogió más fuerza la tendencia dentro de la orden de separar hombres y mujeres en distintos monasterios. Esta separación ya la había puesto en práctica el propio Norberto en Cappenberg e Ilbenstad y a partir del año 1140 se comenzó con el traslado de las monjas a edificios distintos, produciéndose el nacimiento de la segunda orden premonstratense: Ugo de Fosses aprobó la supresión de cenobios dúplices y adoptó la separación de los monasterios. De todas formas, medio siglo después de la muerte de Norberto, las comunidades masculinas y femeninas fueron divididas, bajo la orden de la bula de papa Inocencio III de 1198 "De non recipiendis sororibus".
En 1240 el tema fue tratado de forma definitiva por el cabildo anual, que otorgó una constitución a las hermanas. Así, la separación impuesta por el capítulo general se realizó de muy distintos modos según la zona, por ejemplo, en los países donde la aplicación de las ordenanzas del capitulo general era más estricta las hermanas fueron separadas del monasterio original siendo enviadas al campo. Incluso se dieron casos en que las comunidades que dejaron sus conventos se unieron a los cistercienses, abandonando así su identidad.
Papa Inocencio IV en 1247 aprobó las nuevas reglas redactadas para la rama femenina de la orden: finalmente las canónigas premonstratenses asumían el rango de religiosas de votos solemnes, entregadas a la vida contemplativa cuyas actividades, en clausura, eran el estudio y el trabajo manual.
Las hermanas que se independizaron en nuevos conventos, se integraron en la estructura de la rama masculina de la orden. Ahora la priora se mantendría bajo completa instrucción del abad. Además la vida de los conventos sería vigilada por la máxima autoridad provincial de la orden, el circator (las provincias eran llamadas circarias), también encargado de recibir los votos de las jóvenes aspirantes a monjas.
Hasta el siglo XX los religiosos de la rama masculina y aquella de la rama femenina constituyeron una única orden: solo en 1945 se elaboraron constituciones propias para las canónigas, que se llegaron a publicar el año siguiente.
En el caso español, el origen de estos monasterio de norbertinas se remonta a 1162, cuando la orden se establece en el monasterio doble de San Miguel de Grox, en el que las monjas compartían iglesia con los canónigos, según la costumbre de la orden en esa época. Después de la separación del monasterio doble, sobrevivieron cinco hermanas que se mudaron el 12 de junio de 1304 a la casa de Santa Sofía, que poseía la orden en Pobladura de los Huertos, posteriormente la donación del palacio de la reina María de Molina (mujer de Sancho IV) en 1316, permitió a las hermanas encontrar su emplazamiento definitivo.
El origen del monasterio de Villoria se remonta a 1511, cuando los padres premonstratenses se mudaron del palacio que Rodrigo Fernández Valduerna (conde de Astorga) había donado a la orden en 1243. En su lugar entraron siete hermanas del monasterio de Santa Sofía. Las hermanas premonstratenses han seguido viviendo allí hasta nuestros días. Otros monasterios de la rama femenina ya desaparecidos, fueron los de Freznillo, Brazacorto, Sordillos o el de Santa María de Aguilar en Noguera. También existieron estos monasterios dobles: Retuerta, Aguilar, La Vid, Ibeas, Avila, Arenillas, Villamediana, Segovia, Alba de Tormes y Bellpuig de las Avellanas, todos fundados antes de 1160-1170.
En el siglo XIX se produjeron varios procesos de exclaustración y desamortización de bienes de instituciones religiosas que provocaron el cierre de varios conventos femeninos de la orden, no obstante, las monjas premostratenses continua teniendo presencia en el país, donde quedan dos monasterios de la rama femenina de la orden, en Villoria de Órbigo (León) y Toro (Zamora), cuya historia representa muy bien los cambios y movilidades a los que tuvo que atenerse esta orden.
Real decreto suprimiendo todos los monasterios, conventos, colegios, congregaciones y demás casas de comunidad ó de instituto religioso de varones, inclusas las de clérigos seculares, y de las de las cuatro órdenes militares y S. Juan de Jerusalén, existentes en la Península, islas adyacentes y posesiones de España en África. Gaceta de Madrid núm. 444, de 10 de marzo de 1836, páginas 1 a 3.
Ley sobre extinción de monasterios, conventos, colegios, congregaciones y demás casas de religiosos de ambos sexo, en la Península é islas adyacentes.Gaceta de Madrid núm. 977, de 4 de agosto de 1837, páginas 1 a 2.
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