Institución
Ejército Popular de la República. Batallón Mackenzie-Papineau (España)Otras formas
desde 1937-02-01 hasta 1938-09-23
El Batallón Mackenzie-Papineau, popularmente llamado Mac-Paps, fue una unidad de canadienses que combatió formando parte de la 15 Brigada Internacional en defensa de la República Española durante la Guerra Civil. El nombre del batallón rememoraba a William Lyon Mackenzie y a Louis-Joseph Papineau, políticos reformistas de la primera mitad del siglo XIX.
Según el número de habitantes, Canadá fue el segundo país, después de Francia, que mayor cantidad de voluntarios combatientes proporcionó al Ejército de la República. El número de miembros fue, según cifras propias de los archivos de la unidad, de 1.448, de los cuales 721 murieron en combate. Los primeros canadienses se unieron al Batallón Lincoln y al George Washington, participando en la Batalla del Jarama, pero en febrero de 1937 ya habían llegado otros 500 voluntarios y así se formó este batallón separado.
Los integrantes procedían en su mayor parte de la clase obrera, muy motivada después de la Gran Depresión de 1929. El Partido Comunista de Canadá dirigió el reclutamiento. No obstante, sus integrantes no solo eran afiliados a dicho partido, sino también a sindicatos no vinculados con el comunismo y otras personas no adscritas políticamente. Sin embargo, muchos de ellos mantenían un nexo común: eran de origen europeo, sobre todo finlandeses y ucranianos.
Los primeros combates de la unidad se llevaron a cabo durante la Batalla del Jarama donde obtuvieron alto renombre, seguidos después de su intervención en la sangrienta Batalla de Brunete. Después participaron en la Batalla de Teruel y, poco después, en las retiradas de Aragón, así como en la defensa exterior de los frentes en Cataluña y Valencia. Tuvieron su última gran intervención en la Batalla del Ebro, donde los intensos combates dejaron un elevado número de bajas. El 21 de septiembre de 1938, todavía presentes en el Frente del Ebro, les llegó la orden de retirada del gobierno republicano, por lo que el batallón quedó disuelto y sus integrantes repatriados a su patria natal.
El gobierno de Canadá, consciente de que ciudadanos de su país combatían en España en contra de las decisiones adoptadas de no intervención, negó la entrada a los brigadistas hasta que en enero de 1939 autorizó finalmente su regreso.